La Salud Pública: Tanto Humana como Animal
Presentación
Padecemos, más de lo que pensamos e investigamos, la esencial interdependencia entre nuestra salud y los demás seres vivos diferentes a los humanos, en especial los animales. Con ellos convivimos a diferentes distancias y de diversas maneras. Los utilizamos para el transporte y la recreación. Los disfrutamos en la ciudad y el campo, y nos nutrimos de su carne y sus productos como la leche y todos los derivados lácteos. Y hasta la soledad de muchos y muchas busca respuesta parcial en la compañía de una mascota. Perros, gatos, vacas, caballos, ovejas, peces, pájaros, cerdos, gallinas, conejos, son seres muy cercanos a nuestra historia, a nuestras costumbres, a nuestros afectos, a nuestra mesa y en general a nuestra vida diaria.
Las relaciones entre humanos, aparte de hacernos posible y amable la vida, son también el origen de muchas de nuestras enfermedades y desgracias. Podemos trasmitirnos enfermedades en casi todas nuestras interacciones. La saliva, las heces, la piel y la sangre pueden convertirse en vehículos de transmisión de enfermedades. De nuestra convivencia, mejor aún: de las dificultades y problemas que suscita y de no saber resolverlos adecuadamente, surgen la violencia y muchas psico y sociopatías. Aún en las relaciones que tenemos en los niveles de máxima selectividad y mayor privacidad e intimidad podemos estar expuestos a riesgos de graves patologías, como el SIDA y demás enfermedades sexualmente trasmitidas. Pues bien, si esto acontece en nuestras relaciones interhumanas, sucede también, y a gran escala, en nuestras permanentes y necesarias interacciones con los animales. Más de 200 zoonosis descritas hasta hoy dan una idea de la magnitud del riesgo. Los alimentos son uno de los mecanismos de mayor riesgo para adquirir zoonosis. A través de ellos podemos infectarnos de salmonelosis y shigelosis, brucelosis y leptospirosis, cisticercosis y teniasis. La picadura o mordedura de algunos otros animales nos puede producir la rabia, de la cual aún mueren un total aproximado de 55.000 personas al año en el mundo, en especial niños. Sólo para prevenir la rabia humana se vacunan anualmente más de treinta millones de perros. Todavía entre nosotros, por carencia oportuna de suero antiofídico, una mordedura de ciertas serpientes puede terminar fatalmente, como ha pasado varias veces este año en algunas regiones de nuestro país. Ya a un nivel macro, en el mundo globalizado que vivimos, epidemias como el ébola, la gripa del pollo y las vacas locas han prendido varias veces las alarmas científicas, epidemiológicas y económico-políticas al concretar riesgos y amenazas que parecían ya remotas. Y peor aún, en el mundo guerrerista y expuesto al terrorismo que padecemos, el 80% de las armas biológicas potenciales reconocidas son zoonosis, entre ellas la peste y el ántrax. Este último ha provocado –después del 11 de septiembre de 2001– epidemias de pánico que han evidenciado una vez más la fragilidad incluso de las potencias que se consideraban casi invulnerables.
Resulta entonces inadmisible que la salud pública ignore, descuide o subvalore las múltiples dimensiones de estas interacciones entre humanos y animales. Entender su naturaleza, desentrañar sus mecanismos, documentar su ocurrencia, atender sus consecuencias negativas, prevenir que los riesgos no se concreten y promover formas positivas de convivencia, interrelación y mutuo disfrute y aprovechamiento, son algunos de los campos de trabajo de esta amplia y específica área de la salud pública.
Consciente de su importancia, de sus enormes posibilidades y de los grandes retos que implica, el Doctorado Interfacultades en Salud Pública, en coordinación con la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, programó esta sesión de su programa institucional mensual: Debates en Salud Pública sobre el tema La Salud Pública: tanto humana como animal.
Tenemos la suerte de contar con tres expertos reconocidos en el tema para desarrollarlo y puntear la discusión y el trabajo futuro. Ellos son: el doctor Miguel Reyes, médico veterinario de la Universidad Nacional y Magíster en parasitología en Inglaterra, quien presentará los aspectos históricos de la configuración del campo de la salud pública veterinaria. El profesor Luis Carlos Villamil, médico veterinario, magíster en medicina preventiva de la Universidad Nacional, Ph.H. en epidemiología en Inglaterra y actual vicedecano de la facultad de Medicina
Veterinaria y Zootecnia de nuestra Universidad, quien desarrollará los aspectos conceptuales y la situación actual de la salud pública veterinaria. El doctor Fernando De la Hoz, médico, magíster en epidemiología, Ph.D. en Epidemiología de enfermedades tropicales y actual docente de la facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia y funcionario de Colciencias, hará una síntesis de las dimensiones e implicaciones epidemiológicas de los problemas de salud humano-animales.
Gracias anticipadas a los panelistas por sus aportes calificados y sus propuestas para la acción.
SAÚL FRANCO AGUDELO
Coordinador del doctorado Interfacultades en Salud Pública